miércoles, 3 de julio de 2013

CUARTA PARTE. REFORMAS DE VIDA.

CAPITULO 1. REFORMA DE LA VIDA.

CAPITULO 2. LA VÍA DE LA REFORMA MORAL.

En virtud de la trinidad humana: individuo/sociedad/especie, hay que concebir  una ética en tres direcciones:


1 . LA ÉTICA INDIVIDUAL: La ética individual requiere la integración, en la conciencia y la personalidad de cada uno, de un principio de autoexamen permanente, pues, sin saberlo, nos mentimos y nos engañamos constantemente
2. LA ÉTICA CÍVICA
Es la ética del ciudadano que debe asumir sus deberes para con la colectividad en la sociedad dentro de la cual goza de derechos.
3 . LA ÉTICA DEL GÉNERO HUMANO Si la ética universal respecto a todos los hombres parecía algo abstracto antes de! advenimiento de la era planetaria, ahora, la comunidad de destino de todos los seres humanos la ha convertido en algo concreto.


CAPÍTULO 3. LA FAMILIA.

La reforma de vida requiere una verdadera educación para el amor, capaz de dominar la posesividad amorosa, de resistir a la intoxicación amorosa, de reconocer la superficialidad del amor pasión, del amor ingenuo que toma cuerpo a partir de las apariencias, sin esperar a ver la cara oscura que todos, como la Luna, poseemos.  Es esta necesidad la que puede alimentar una nueva sacralización de la familia a través de la confianza, el amor y la comprensión.

CAPÍTULO 4. LA CONDICIÓN FEMENINA.

El género masculino y femenino manifiestan diferencias.



Se reclama para las mujeres los mismos derechos que tienen los hombres en todos los campos, políticos y profesionales, se desarrolla, se generaliza y desemboca. 


CAPÍTULO 5. LA ADOLESCENCIA.


El Ministerio de Educación debería experimentar implantando institutos para adolescentes vulnerables y peligrosos en las banlieues, y yo me esforzaré por contribuir a que esto sea una realidad.

CAPÍTULO 6. VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO.

Existen diferentes tipos de vejez:

Los esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los ancianos necesitan la presencia humana más que aparatos automáticos.

CAPÍTULO 7. LA MUERTE.
Lo que sigue es válido para aquellos espíritus secularizados que no pueden creer en una vida más allá de la muerte.

El  ser humano debe continuar luchando contra lo más horrible que precede a la muerte: e! dolor y la soledad.
Así pues, la reforma de vida no puede sino ir acompañada de una reforma de la muerte. Como hemos visto, la poesía de la vida es la verdad más profunda de la reforma de vida. La reforma de vida, al vivificar su poesía, segrega los antídotos contra la angustia de la muerte y contribuye, así, a su reforma.





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