CAPITULO 2. LA VÍA DE LA REFORMA MORAL.
En virtud de la trinidad humana: individuo/sociedad/especie, hay que concebir una ética en tres direcciones:
1 . LA ÉTICA
INDIVIDUAL: La ética individual requiere la integración, en la conciencia y la personalidad
de cada uno, de un principio de autoexamen permanente, pues, sin saberlo, nos
mentimos y nos engañamos constantemente
2. LA ÉTICA
CÍVICA
Es la ética
del ciudadano que debe asumir sus deberes para con la colectividad en la
sociedad dentro de la cual goza de derechos.
3 . LA ÉTICA
DEL GÉNERO HUMANO Si la ética universal respecto a todos los hombres parecía
algo abstracto antes de! advenimiento de la era planetaria, ahora, la comunidad
de destino de todos los seres humanos la ha convertido en algo concreto.
CAPÍTULO 3. LA FAMILIA.
La reforma de vida requiere una verdadera educación para el amor, capaz de dominar la posesividad amorosa, de resistir a la intoxicación amorosa, de reconocer la superficialidad del amor pasión, del amor ingenuo que toma cuerpo a partir de las apariencias, sin esperar a ver la cara oscura que todos, como la Luna, poseemos. Es esta necesidad la que puede alimentar una nueva sacralización de la familia a través de la confianza, el amor y la comprensión.
CAPÍTULO 4. LA CONDICIÓN FEMENINA.
El género masculino y femenino manifiestan diferencias.
Se reclama
para las mujeres los mismos derechos que tienen los hombres en todos los
campos, políticos y profesionales, se desarrolla, se generaliza y desemboca.
CAPÍTULO 5. LA ADOLESCENCIA.
El
Ministerio de Educación debería experimentar implantando institutos para
adolescentes vulnerables y peligrosos en las banlieues, y yo me esforzaré por
contribuir a que esto sea una realidad.
CAPÍTULO 6. VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO.
Existen diferentes tipos de vejez:
Los
esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los ancianos necesitan la
presencia humana más que aparatos automáticos.
Lo
que sigue es válido para aquellos espíritus secularizados que no pueden creer
en una vida más allá de la muerte.
El ser
humano debe continuar luchando contra lo más horrible que precede a la muerte:
e! dolor y la soledad.
Así pues, la reforma de vida no puede sino ir
acompañada de una reforma de la muerte. Como hemos visto, la poesía de la vida
es la verdad más profunda de la reforma de vida. La reforma de vida, al
vivificar su poesía, segrega los antídotos contra la angustia de la muerte y
contribuye, así, a su reforma.
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